A cualquier cosa le llaman una tormenta de ideas. El abuso de esta técnica ha provocado su degradación. Sin embargo, si nos ceñimos a sus principios, es útil para obtener enfoques originales y reforzar la participación.
El fundamento de la tormenta de ideas o brainstorming no es que todo el mundo puede ser creativo; si no que la crítica acaba con la mayoría de ideas antes de que puedan plantearse.
Para que una tormenta de ideas funcione, debe seguir una dinámica formal:
-Preparación: escoge una ubicación tranquila, en la que todo el mundo esté al mismo nivel y con espacio para estirar las piernas, tomar un café, etc. También debes contar con una pizarra o pantalla.
-Briefing: antes de empezar, explica el objetivo de la tormenta de ideas y sus reglas: todo el mundo puede participar y no se critican las aportaciones realizadas.
-Generación: expón la cuestión y que cada participante apunte 5-10 ideas iniciales en un papel. A continuación, incorpóralas a la pizarra o pantalla para discutirlas.
-Evaluación: de entre todas las ideas planteadas, que cada uno indique las 3 que le parecen más interesantes. Selecciona las más votadas.
-Análisis: comentad la lista corta de ideas y estudiad posibles combinaciones.
-Selección: que cada uno plantee los inconvenientes de las ideas seleccionadas. Ve descartando las menos viables.
-Enriquecimiento: debate qué necesitamos para presentar e implantar las ideas.
-Recapitulación: resume los acuerdos alcanzados y cómo se ha llegado a ellos, para elaborar un acta.
-Resultados: siempre es preferible que salgas de la reunión con varias ideas, por si alguna es descartada en el siguiente nivel de la toma de decisiones. Así mismo, es recomendable conservar el material generado para justificar cómo se ha llegado a una propuesta y poder aprovechar otras ideas que hayan surgido.
|
 |
|